martes, 21 de julio de 2009

¿LEY ESPECIAL PARA LAS ORQUESTAS SINFONICAS?

Ministerio de Cultura deberá aprobar la ley, dice el titular porque resulta que el Ministro Noriega, de paso por el Sur del país dijo que se necesita una ley especial para las cuatro orquestas sinfónicas y que él asumía ese compromiso. Sin embargo como es costumbre, no ha mencionado los motivos que lo han llevado a tomar tal decisión. Algunos integrantes de estas orquestas, ni cortos ni perezosos (especialmente en estas ocasiones), volaron a hacer una ley que al parecer cuenta con ocho beneficios y cuatro obligaciones.

Los primeros: Igualdad entre las orquestas de las cuatro ciudades; Creación de un comité nacional coordinador; Dotación de espacios para acercarse a nuevos espectadores; Capacitación para el desarrollo profesional; Contratación de especialistas nacionales y extranjeros para la formación de los músicos; dotación de instrumentos y especialistas “para áreas específicas de las familias de instrumentos”; Integración a las demás instituciones musicales; Igualdad de sueldos entre los miembros de las Orquestas Sinfónicas de cada ciudad.

De esta manera parece que por mor de ley hoy tendremos que formar a músicos que debían estar formados, en las condiciones que ellos digan, si necesitas un especialista, contrata a alguien. Faltó pensar en algunos detalles y talvez definir cuáles son los elementos que deben ser idénticos entre las orquestas de Loja y la de Guayaquil, por ejemplo. Este tipo de imposiciones que se pretenden igualitarias, impiden al final la realización de cualquier propuesta creativa debido a los problemas burocráticos que causa. Hay mucha tela que cortar en estas propuestas pero extraña el que no llegue a plantearse aunque sea como posibilidad lejana, la conformación de nuevas orquestas, Talvez una por región? Pero para qué compartir el presupuesto con los nuevos, ¡con lo que les ha costado ganarle al Estado 2 a 1!

Las obligaciones que tendrían las orquestas serían: Cumplir con el cronograma de actividades; Cumplir con el mismo número de eventos locales, regionales, nacionales e internacionales; las Orquestas Sinfónicas de Cuenca y Loja se comprometen a realizar conciertos internacionales como las de Quito y Guayaquil y por último, Aprovechar los convenios internacionales de capacitación.

El Ministro lo ha pedido y se lo han dado. Analice pues y responda según su parecer.
Para revisar una evaluación de los músicos de la OSNE ver noticia anterior en el blog
http://nuevaculturaecuador.blogspot.com/

EL COMERCIO
Ministerio de Cultura deberá aprobar la ley
CUENCA.- Las orquestas del país cumplieron con el encargo entregaron al Ministerio de Cultura la propuesta de Ley de las Orquestas; Tras cuatro reuniones en las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca y Loja. Las propuestas en el ámbito del desarrollo profesional e institucional nacieron de las necesidades de las cuatro orquestas del país. Patricio Torres Harris, director ejecutivo de la Orquesta Sinfónica de Cuenca, precisó que la propuesta de Ley de Orquestas se basa en los derechos y deberes de quienes conforman estas entidades musicales.

Ramiro Noriega, Ministro de Cultura, debe revisar si la propuesta de Ley de las Orquestas es idóneo para su debida aprobación y de allí, incluirla a la Ley de Cultura del Ecuador. Torres Harris precisa que la aprobación o rechazo de la Ley de Orquestas puede tomar ciertos días o algún tiempo, todo depende del Ministerio de Cultura.
Recuadro:
Puntos de la Ley de Orquestas
• Igualdad de obligaciones y derechos de las cuatro orquestas del país: Quito, Guayaquil, Cuenca y Loja.
• Conformar un comité nacional de Orquestas Sinfónicas del Ecuador como un organismo coordinador. Se plantea por lo menos dos reuniones anuales para revisión de proyectos y programas musicales.
• Dotación de espacios públicos para que las Orquestas Sinfónicas del Ecuador puedan acercarse a nuevos espectadores.
• Capacitación de los músicos para garantizar el desarrollo profesional de las orquestas.
• Contratar especialistas para la formación académica de los músicos. Los estudios deben ser con profesionales nacionales e internacionales,
• Dotar de instrumentos y especialistas para áreas específicas de las familias de instrumentos.
• Integrar a las demás instituciones musicales.
• Igualdad de sueldos de los miembros de la Orquesta Sinfónica de cada ciudad. Actualmente, un músico de la Orquesta Sinfónica de Quito y Guayaquil supera el sueldo al de Cuenca y Loja; esto se debe por los años de trayectoria de las orquestas. La regularización de los sueldos depende de la Secretaría Nacional de Recursos Humanos.
Obligaciones
• Cumplir con la agenda nacional, esto es un cronograma de actividades general para las cuatro orquestas del país sin dejar de lado las necesidades de cada una de ellas. Se regirán por una programación nacional con actividades específicas para cada ciudad.
• Cumplir con el mismo número de eventos locales, regionales, nacionales e internacionales.
• La Orquesta Sinfónica de Cuenca y Loja se comprometen a realizar conciertos internacionales tal como lo hacen las grandes de Quito y Guayaquil.
• Aprovechar los convenios internacionales de capacitación. Los músicos aprovecharán los talleres de formación musical a cargo de especialistas internacionales que llegarán a Ecuador gracias a las gestiones del Ministerio de Cultura. La primera capacitación será en los próximos meses en la ciudad de Guayaquil con profesionales de Cuba. (KLP)
20 de julio de 2009
Fuente: recopilación noticiosa del Consejo Nacional de Cultura.

jueves, 9 de julio de 2009

PREGUNTAS AL MINISTERIO DE CULTURA SOBRE LA REUNION EN MONTECRISTI CON MOTIVO DE LA LEY ORGÁNICA

1. Si las nueve reuniones del programa “Cien días por la cultura” fueron para “construir contenidos de la Ley Orgánica de Cultura”, ¿por qué la décima reunión es para hacer un Acuerdo Nacional Ciudadano por la Cultura? ¿Qué está pasando con la ley?

2. ¿Qué efectos se espera que tenga ese Acuerdo? ¿Cómo aportaría ese acuerdo a lo que establece la Constitución 2008?

3. ¿Por qué la reunión de Montecristi es calificada como simbólica? ¿Qué alcances tiene esta denominación? ¿Existe la condición de vinculante para esta consulta ciudadana?

4. ¿Qué resultados concretos espera el Ministerio de la “revisión y validación conceptual del trabajo realizado” en los encuentros regionales? ¿Cómo aportan estas acciones a la Ley Orgánica de Cultura?

5. ¿Cuál ha sido el avance del primer borrador de la Ley con el aporte de la participación ciudadana? ¿Cuándo se presentará a la comunidad este borrador?

6. ¿Cómo se garantizan nuestros derechos culturales en la nueva ley?

7. ¿Por qué el proyecto “cien días por la cultura” fue reducido a diez días?

8. ¿Por qué se afirma que “Como nunca antes se ha discutido y analizado, hasta llegar a consensos, una ley que articule en toda su amplitud la cultura”, si nunca se han presentado textos que puedan ser considerados parte de la ley, ni menos se ha consensuado su vigencia?
¿Por qué el Ministerio no ha presentado un proyecto de conformación y funcionamiento del Sistema Nacional de Cultura?

CULTURA EN MONTECRISTI


El día martes 7 de julio de 2009, ha circulado una extraña información que anuncia: Por primera vez la cultura se ha convertido en política de Estado, y da cuenta que En Ciudad Alfaro, Montecristi, entre el 17 y 18 de julio, se efectuará una revisión y validación conceptual del trabajo realizado en los nueve encuentros regionales para llegar a un Acuerdo Nacional Ciudadano por la Cultura. Debido a la realización de esta reunión vendrá Una Ley Orgánica de Cultura que nace desde la ciudadanía.
Para explicarnos esta situación, es necesario que retrocedamos un poco en la historia. El Ministerio de Cultura se encuentra empeñado en presentar una propuesta de ley, la cual ha venido mutando visiones entre ley ordinaria, Ley Orgánica con y sin Sistema Nacional de Cultura incluido, con y sin Patrimonio, para más o menos estabilizarse alrededor de la figura de Ley Orgánica de Cultura, aunque algunos insisten que debe ir Patrimonio en el título. Es decir, hasta hoy el Ministerio de Cultura no ha logrado establecer una conceptualización para la ley que debe crearse en estos momentos. Para lograrlo contaba con el trabajo de una comisión de especialistas que podría haber asesorado en ese sentido. Al final parecía que se decidían por una Ley orgánica de Cultura debido a que se demostró que el mandato de la Primera Transitoria (num. 5), nos lleva en primer lugar, a la construcción de una ley que regule los recientemente estrenados derechos constitucionales de la cultura. Eso significa, de acuerdo al art. 133, num. 2, que esta debe ser una Ley Orgánica. Los derechos culturales a tratarse, se desarrollan entre los artículos 21 al 25, mientras que se debe contemplar también lo establecido en el Régimen del Buen Vivir, Capítulo Cultura, artículos 377 al 380. Deberá ser esta Ley Orgánica la que determine en base a conceptos jurídicos y consideraciones culturales, qué elementos del complejo cultural se deben desarrollar en leyes secundarias.
Nuestro aporte ha sido plantear la necesidad adicional de realizar importantes reformas para la Ley del Artista, Ley de Propiedad Intelectual y Ley de Patrimonio, a fin de armonizarlas con la nueva Constitución.
En fin, parece ser que la nueva ley de cultura se ha convertido en un reto creativo para el MC por lo que se tomó una decisión hiperdemocrática: Consultar una Ley Orgánica a la ciudadanía. Por eso en la información enviada apuntan: “Los criterios, opiniones y propuestas de más de 2500 ciudadanos, representantes de todo el país, a través de nueve encuentros regionales, permitieron la construcción de los contenidos de lo que será la Ley Orgánica de Cultura del Ecuador. Por primera vez se creó un espacio para reflexionar sobre un país equitativo, solidario y digno.”
Debo decirlo, estuvieron en esas reuniones los ciudadanos y ciudadanas, a quienes de buenas a primeras había que informar que se espera de ellos un aporte positivo para incluirlo en la Ley Orgánica de Cultura. ¿Qué tenían qué decirnos? ¿Qué pudo decirnos el pueblo llano sino dejar clara su demanda de cuidado hacia sus culturas y su protesta ante el tratamiento recibido hasta hoy? ¿Qué podían decir de sus derechos constitucionales si no los conocían de antemano? ¿Cuánto sabían sobre contenidos para leyes orgánicas? ¿Y cómo pueden estar seguros de que el MC cumplirá con lo que dice la Constitución y la ley que pudieran ayudar a construir? ¿Cómo estar seguros si el mismo día que se lanzó “Cien días por la Cultura”, se aclaró también que serían solamente diez[1]?
Pero volvamos al párrafo anterior porque es interesante notar la afirmación de que se buscaba “la construcción de los contenidos de lo que será la Ley Orgánica de Cultura del Ecuador”. Aunque mi especialidad no es la abogacía, entiendo claramente que los contenidos de una ley orgánica deberán ser pertinentes con lo que establece el Art. 133, por lo que se puede concluir que los contenidos se encuentran en los artículos correspondientes a Cultura y que sobre ellos se debe construir la Ley. Otra posibilidad es que estén buscando aportes para reformar la Constitución, pues posiblemente para el MC esta es insuficiente. Al final afirman que: “Por primera vez se creó un espacio para reflexionar sobre un país equitativo, solidario y digno.”
Me pregunto si de verdad creen que eso es así. Siento que esto no se debe “informar” a un país en revolución. Incluso, si así fuera, estarían contradiciendo al Ministro Noriega quien afirmó hace poco que Guayaquil era el lugar de nacimiento de la nacionalidad. Y no es tampoco que me obsesione cualquier frase ministerial, sino que se trata del Ministro de Cultura; a quien hemos visto de acuerdo con el desacuerdo de su entrevistador sobre la relación entre la exposición “Salvador Allende” y el Bicentenario Quiteño. Debo suponer que para facilitar estas creaciones, se inventan políticas como la expresada al inaugurar la Semana Ecuatoriana en Madrid, que fue descrita así: “se trata de un proyecto que se inscribe dentro de la política pública de fracturar las fronteras físicas y simbólicas del Ecuador, para tratar de dejar de ser un país exótico y aislado, o un país del “buen salvaje” al que se observa, pero que no tiene voz propia.” El subrayado es nuestro... [2]
Se afirma después que por tomar “en cuenta la aceptación de las diversidades para la construcción de la unidad nacional (…) se abordaron temas como la institucionalidad, los espacios públicos, los recursos, la recuperación del patrimonio, la identidad”. Y efectivamente, se abordaron estos temas pero con saldo en contra para todos ellos, principalmente la institucionalidad, representada en el nuevo MC, que no ha logrado su fortalecimiento institucional ni siquiera con ayuda de la AECID. Y se puede predecir que mientras el MC no sea capaz de definir y solventar sus competencias, se seguirán perdiendo grandes oportunidades para el trabajo de construcción simbólica y cohesión social que aporta la cultura.
Más adelante se nos informa que “Teniendo como matriz a la nueva Constitución del Ecuador, que elevó a la cultura a un derecho de todos los ecuatorianos, la Ley Orgánica de Cultura se convierte en una de las más progresistas del mundo”. Probablemente sería más correcto pretender que se trata de la ley más progresista del mundo a decir que la nueva Constitución “elevó a la cultura a un derecho de todos los ecuatorianos”. Es más apropiado decir que la Constitución 2008 plantea la cultura como un eje transversal que cuenta con un régimen de doce derechos, un régimen de desarrollo y sesenta y tantas menciones en el texto constitucional.
En fin, esta iba siendo la forma en que se trataba de construir una Ley Orgánica de Cultura, aunque después vino la aclaración desde el MC al señalar que se trataba “de la construcción de los contenidos” de dicha Ley. Decíamos también que existía una Comisión que trabajaba esos contenidos. Dicha comisión, formada en principio por seis personalidades, ha sufrido la baja de dos de ellas. Probablemente por esto no ha podido presentar un borrador de lo que podría ser la Ley ni sus contenidos. Se podrá aducir que los/as comisionados/as no son expertos legales, pero se debe saber también que tras un largo proceso, se escogió una firma legal que parece será la que en última instancia escriba el proyecto de ley que será entregado por el MC al Presidente de la República.
Puertas afuera, el ministerio ha comprometido la participación ciudadana para la construcción de un proyecto de ley y ha propuesto una gran reunión final donde se podría ver el anhelado retoño, darle la aprobación final y enviarlo por fin al altar de la Patria. Pero, luego de esta andadura, se anuncia que al final no se presentará ningún borrador de ley. Hoy se informa que: “El 17 y 18 de julio, en Ciudad Alfaro, Montecristi, se realizará una reunión simbólica con los gestores culturales individuales y colectivos, (…) Ahí se efectuará una revisión y validación conceptual de la propuesta de la Ley Orgánica lo que permitirá llegar a un Acuerdo Nacional Ciudadano por la Cultura”.
La próxima reunión en Montecristi será la décima y última actividad de los “cien días por la cultura”; debía ser el broche de oro con el que saldría la Ley, pero el MC ha hecho grandes cambios:
“Se efectuará –nos dicen-, una revisión y validación conceptual de la propuesta de la Ley Orgánica”, aunque sepamos ya que en apego metodológico la ley orgánica debe referirse a los conceptos que constan en la Constitución, pues, por su naturaleza, no puede plantearse nada por fuera de ellos. Además, nótese que la reunión de Montecristi ha sido calificada como simbólica, por lo que la consulta ha perdido, si lo tuvo alguna vez, el carácter de vinculante.
De todas maneras, la revisión y validación conceptual nos llevarán, según se afirma, al Acuerdo Nacional Ciudadano por la Cultura. Sobre esto me gustaría recordar que hace poco se votó el gran acuerdo nacional llamado Constitución 2008 donde cultura fue parte sustancial y aparece desde el preámbulo para ensamblarse luego con la sociedad a través de los mandatos establecidos en alrededor de setenta artículos que le pertenecen o la mencionan, recibiendo la Cultura, ahora sí por primera vez en la historia constitucional del Ecuador, un nivel de tratamiento como nunca se había visto. Esta me parece la noticia significativa que el MC debía propagar para posteriormente capacitarse y capacitar en el entendimiento e implantación de los derechos culturales y su régimen. No es cosa fácil, pero es el trabajo real del Estado, pensado universal y estratégicamente. Claro que a este empeño se le debe sumar un buen entender administrativo o al final la indolencia terminará comiéndose los sueños.
Otro aspecto para el análisis viene del concepto manejado por el MC en este boletín, donde parece que una Ley orgánica puede tener ese carácter debido a su fuerte respaldo popular. “Una Ley Orgánica de Cultura que nace desde la ciudadanía,” dicen, sin desarrollar el debido proceso, para que sea verdad este planteamiento, sin embargo el Ministerio de Cultura, cree que “este proceso significa un ejemplo en términos de participación y representatividad”[3].
Más adelante se afirma que “Como nunca antes se ha discutido y analizado, hasta llegar a consensos, una ley que articule en toda su amplitud la cultura” (…) Talvez se trata del tono y lo que se debe entender de la frase es que nunca antes se ha discutido una Ley en estas reuniones; se puede sí certificar que se escucharon ideas y demandas, que se aportaron metodologías, que se rompieron esquemas, pero no se puede decir que se discutió y analizó una ley orgánica, mucho menos que se ha llegado a consensos sobre ella. De hecho, cuando la ciudadanía planteó que hubiera sido buena idea que el MC trajera un primer borrador de ley para provocar la discusión, la institución adujo que por su libérrimo interés de respetar todo el pensamiento ciudadano, no querían poner límites a la discusión, así que hablen no más lo que quieran decir.
Continúan informando que esta supuesta ley consensuada será la “que articule (…) la cultura convertida ahora en política de Estado”. Bueno, parece ser que pronto tendremos noticias de esta Ley y veremos qué sucede con su inevitable proceso; sin embargo se debe aclarar que el haber establecido como política pública al desarrollo cultural, se debe al Decreto Ejecutivo 05 del 15 de enero de 2007, que consagra esta política y que por ese merecimiento ya está en la historia.
Por último, no debe dejar de mencionarse que el proyecto del Sistema Nacional de Cultura (si ya han logrado diferenciarlo de la ley orgánica), es otro de los grandes compromisos que adquirió el Ministro Noriega. Esperemos también noticias del SNC ahora que hemos iniciado el segundo semestre del presente año.
[1]“Ambato, Ibarra, Quito, Babahoyo, Guayaquil, Cuenca, Loja, Montecristi y Tena fueron la sede de los encuentros que contaron con la participación de representantes de todas las provincias del país”. A esto hay que sumar la gran final de Montecristi.
[2] http://www.mmrree.gov.ec/mre/documentos/novedades/cultural/ano2009/mayo/cult036.htmActividades Culturales de las Misiones en el Exterior. BOLETÍN CULTURAL No. 036. Quito, 5 de mayo de 2009. MINISTRO DE CULTURA, RAMIRO NORIEGA, PRESENTÓ LA SEMANA CULTURAL DEL ECUADOR EN MADRID
[3] Mayor información Klever Paredes 089034332


Texto íntegro:
Por primera vez la cultura se ha convertido en política de Estado

Una Ley Orgánica de Cultura que nace desde la ciudadanía

En Ciudad Alfaro, Montecristi, entre el 17 y 18 de julio, se efectuará una revisión y validación conceptual del trabajo realizado en los nueve encuentros regionales para llegar a un Acuerdo Nacional Ciudadano por la Cultura.

Los criterios, opiniones y propuestas de más de 2500 ciudadanos, representantes de todo el país, a través de nueve encuentros regionales, permitieron la construcción de los contenidos de lo que será la Ley Orgánica de Cultura del Ecuador. Por primera vez se creó un espacio para reflexionar sobre un país equitativo, solidario y digno.
Este proceso de participación activa de la ciudadanía que se denominó “Cien días por la Cultura”, fue impulsado por el Ministerio de Cultura tomando en cuenta la aceptación de las diversidades para la construcción de la unidad nacional. De esta manera, en los encuentros se abordaron temas como la institucionalidad, los espacios públicos, los recursos, la recuperación del patrimonio, la identidad.
Ambato, Ibarra, Quito, Babahoyo, Guayaquil, Cuenca, Loja, Montecristi y Tena fueron la sede de los encuentros que contaron con la participación de representantes de todas las provincias del país.
Teniendo como matriz a la nueva Constitución del Ecuador, que elevó a la cultura a un derecho de todos los ecuatorianos, la Ley Orgánica de Cultura se convierte en una de las más progresistas del mundo.
El 17 y 18 de julio, en Ciudad Alfaro, Montecristi, se realizará una reunión simbólica con los gestores culturales individuales y colectivos, con los representantes de los nueve encuentros regionales y con la ciudadanía en general. Ahí se efectuará una revisión y validación conceptual de la propuesta de la Ley Orgánica lo que permitirá llegar a un Acuerdo Nacional Ciudadano por la Cultura.
El proyecto de Ley Orgánica de Cultura, nacido de la ciudadanía, será presentado ante el presidente de la República, Rafael Correa, y posteriormente a la Asamblea Nacional para su debate y aprobación.
Para el Ministerio de Cultura, la culminación de este proceso significa un ejemplo en términos de participación y representatividad. Como nunca antes se ha discutido y analizado, hasta llegar a consensos, una ley que articule en toda su amplitud la cultura convertida ahora en política de Estado.

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